Muchas mujeres venezolanas y del mundo entero vivimos este periodo de cuarentena con miedo. Entendemos que es necesario protegernos de un virus que crece exponencialmente en contagios y muertes cuando no se toman las medidas adecuadas. Sin embargo, el encierro nos expone a ser víctimas de todo tipo de violencias y pone en peligro nuestras vidas cuando tenemos que permanecer en casa atrapadas con nuestros verdugos.
Reconocemos el esfuerzo que hace el gobierno nacional y el Estado en generar mecanismos de protección para las mujeres, niñas y adolescentes que viven su cotidianidad en situación de violencia, a través de la activación de mecanismos de denuncia como el 911, y manteniendo la fiscalía activa en materia de violencia contra las mujeres.
No obstante, a pesar de la actual emergencia que reviste esta situación atípica en la vida de miles de mujeres y niñas que conviven con su agresor, los cuerpos policiales se comportan bajo los preceptos culturales del machismo enraizado en sus funcionarios, revictimizando a las mujeres al desoír sus denuncias y aún peor al arremeter contra ellas a la primera oportunidad cuando se atreven a denunciar, a defenderse, a hablar.
Vemos con mucha preocupación cómo en un caso concreto la policía de Chacao ha hecho pasar por riña la denuncia de una mujer, quien en defensa legítima de su vida, y en medio de la golpiza que le propinara su pareja, lesionó levemente con rasguños y mordiscos a su victimario.
Al llegar a la sede del puesto policial, fue privada de su libertad de manera arbitraria y violando su derecho a la libertad personal, sus familiares no pudieron visitarla lo cual viola, además, el derecho a no estar incomunicada. El caso fue presentado ante la Fiscalía del Ministerio Público y en Tribunales como “riña entre iguales” y no como corresponde, según lo establecido en la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Esto supone convertir a una víctima de clara violencia física, con heridas que ameritaron puntos en su cabeza y atención médica, en victimaria. Ante estos hechos, nos preguntamos: ¿Debemos dejarnos matar? ¿No tenemos entonces derecho a la legítima defensa? ¿Estamos signadas a ser víctimas de nuestros agresores y después del sistema de justicia? ¿Nos castigan por atrevernos a actuar para salvar la vida y no dejarnos violentar?
Exigimos a todas las autoridades policiales, judiciales y administrativas no permitir que hechos de discriminación contra las mujeres, violatorias de sus derechos humanos, se conviertan en práctica recurrente.
Tenemos información, a través del voluntariado de atención telefónica a víctimas de violencia machista “Mayell Hernández”, que acciones similares han sido aplicadas por organismos de seguridad en diversos estados y municipios del país.
Solicitamos atender a este llamado y de manera inmediata tomar acciones ejemplares contra las y los funcionarios que revictimizan a las mujeres al desestimar las denuncias y no reconocer todas las violencias tipificadas en la Ley.
#EmergenciaFeminista
#JusticiaParaTodasLasMujeres
#SiTocanAUnaNosTocanATodas
#NosTenemos
Asociación Civil Tinta Violeta | Colectiva feminista que realiza acompañamiento amoroso, investigaciones, talleres, sensibilizaciones, gestión de casos en VbG y desarrollo de proyectos
No hay cuarentena para los violadores, asesinos, maltratadores, bichos. No debe haber CUARENTENA para los órganos de justicia. Cada vez que una mujer es violentada, el silencio de algún funcionario está detrás de eso.
Funcionario no me mande a mi casa a conciliar con el que me golpea, estás decretando mi muerte.
Los organismos no estan a merced decla vida y prtección. No atienden a los llamados. Quizá sea el mismo caso, el martes en Bello Campo, calle Santa Ana, Edf Anavic, una mujer pedia auxilio al igual que sus vecinos. Mi hija llamó a 911, 171 y um celular, pidiendo se apersonaran en el sitio y entre excusas y excusas, se calmaron los gritos, de hizo un silencio angustiante y la policia no encontró el edificio. Negligentes